Noemí Ferrer (COVESTRO): «En los tres años en China tuve que abrirme mentalmente para ver las cosas des de otros ángulos y perspectivas»

Manager de la Unidad de Química Básica en Covestro España

 

Jordi Salvat
17/11/2020

Manager de la Unidad de Química Básica en Covestro España, Noemí Ferrer Jara cuenta con cerca de 15 años de experiencia en la industria química, donde ha asumido distintas responsabilidades a nivel mundial en las áreas de desarrollo de negocio, estrategia corporativa y marketing y ventas.  

Inició su carrera profesional en Bayer España en 2006 como especialista técnico en la unidad de desarrollo de negocio de Barnices. Tras dos años en esta posición, en 2008 se trasladó a Bayer China donde asumió la responsabilidad de Manager de la unidad de desarrollo de negocio de Adhesivos, enfocándose en la creación y desarrollo de un nuevo equipo técnico en Shanghai para el desarrollo de nuevas aplicaciones en la región de Asia Pacífico. En 2011 regresó a Europa, esta vez a la central de Bayer en Alemania, como Manager de Estrategia Corporativa dentro del equipo de Planificación de Estrategias del Consejo de Dirección de Bayer. En 2014 regresó a Bayer España donde continuó durante algo más de un año con la gestión de proyectos estratégicos, participando entre ellos en el proyecto de transición de Bayer a Covestro. En 2016 asumió la responsabilidad actual como Manager de la unidad de Química Básica para el mercado Ibérico.

Ferrer cuenta con una Master en Ingeniería Química por la Universidad Politécnica de Valencia y un Master en Ingeniería de Procesos por la Universidad de Cranfield (Gran Bretaña). Además, ha complementado su formación académica con cursos de formación avanzada de estrategia, finanzas, gestión y liderazgo en escuelas como Saint Gallen Management Institute (Suiza), ESADE e IESE.

Noemí Ferrer, junto a Thorsten Massenberg, del área de Gestión de Producte de Química Básica de Covestro, en el site de la compañía en Tarragona.

Lleva casi 15 años en la empresa y ha vivido el proceso de transición de Bayer a Covestro. ¿Cómo valora esta experiencia?

Toda mi trayectoria laboral la he llevado a cabo en Covestro, la antigua Bayer Material Science. Ha sido una experiencia muy positiva. Desde el inicio, tuve la oportunidad de desarrollarme no solo a nivel profesional, sino también personal. La empresa, a nivel global, tiene una visión interesante en cuanto al desarrollo de talento y gestión de oportunidades. Era la visión de Bayer y ahora también lo es de Covestro. El ADN continúa siendo el mismo. Además, en Covestro, hemos ganado mucha agilidad y flexibilidad en la toma de decisiones y adaptación a nuevas oportunidades. Mi valoración de estos primeros años es muy positiva.

¿La experiencia de tres años trabajando en China como le ha servido en su trayectoria?

Siempre digo que fue una experiencia que ha marcado mi vida. Había estudiado y trabajado fuera, pero no había vivido un cambio cultural tan grande como el que supuso vivir e integrarme en la cultura china. Estuve tres años estudiando y conseguí defenderme idiomáticamente. No obstante, hay un choque cultural muy grande, que va más allá del idioma. Tuve que abrirme mentalmente para ver las cosas desde diferentes ángulos y perspectivas y empatizar con ciertos aspectos de su cultura. Esto es algo que después me ha acompañado durante toda mi trayectoria para estar muy abierta a diferentes puntos de vista y maneras de hacer.

“Tengo un proyecto muy interesante por delante, relacionado con esta nueva planta de producción de cloro”.

¿Cómo es esta cultura?

De la cultura China me llamó la atención positivamente el sentido de la fidelidad. Ellos están más acostumbrados a un estilo de trabajo jerárquico y, cuando desarrollas con ellos el trabajo en equipo, tienen una fidelidad muy grande hacia las personas, las empresas y las responsabilidades. Esto es un punto clave en China, dónde hay tantas posibilidades de desarrollo que es difícil retener el talento. Esta fidelización, a través de una gestión cooperativa, ayuda mucho. Esta experiencia reforzó muy positivamente mi manera de entender el trabajo.

Covestro anunció hace un par de años que invertirá 200 millones en la planta de Tarragona e incorporará una nueva tecnología en la producción de cloro. ¿Ha habido un salto tecnológico importante en este sector?

En 2017 hubo una prohibición de continuar operando con tecnología de mercurio en las plantas de cloro y se redujo la capacidad de producción en el mercado ibérico. A partir de ese momento, las electrólisis tienen que operar con tecnología de membrana. En nuestro caso, esta inversión va más allá de la tecnología de membrana. La planta de cloro de Tarragona está diseñada con la tecnología ODC (oxygen-depolarized cathodes), que aporta fundamentalmente una reducción de consumo energético muy importante. Será la primera planta a nivel mundial que opera totalmente con esta tecnología innovadora.

«Una mentalidad abierta, el coraje y la capacidad de generar nuevas ideas, son valores clave de Covestro».

Hacen pues una apuesta por la sostenibilidad y el respecto al medio ambiente.

La sostenibilidad y la economía circular son pilares fundamentales de Covestro y esta planta dotada con la tecnología ODC es un ejemplo claro de esta apuesta.

¿Cómo ves el futuro del Polígono Petroquímico de Tarragona en un mundo tan globalizado como el actual?

Se están haciendo nuevas inversiones importantes en Tarragona, en línea con la de Covestro. Hay oportunidades pero también hay retos que debemos afrontar, tales como el alto coste de la energía, que tiene un impacto muy importante, o el ferroviario, con el Corredor Mediterráneo. En este sentido, la industria química, y en particular, el polígono de Tarragona, están haciendo grandes avances para que todo esto deje de ser una desventaja.

«El coronavirus impactó en nuestros resultados pero ya observamos una cierta recuperación»

¿Cómo ve su futuro en la empresa y el sector químico?

En estos momentos tengo un proyecto muy interesante por delante, relacionado con esta nueva planta de producción de cloro y los nuevos mercados que se derivan. En cualquier caso, mi enfoque siempre ha sido crecer y aprender más. He hecho cosas muy diversas dentro de la química, desde actividades enfocadas puramente al desarrollo de productos hasta responsabilidades de marketing y ventas o estrategia corporativa. De aquí a unos años, continúo viéndome en esa línea de crecimiento constante y si hay oportunidades, asumiendo nuevas responsabilidades en la empresa.

¿Qué consejo o recomendación le daría a una persona que ahora asuma un cargo parecido al suyo en la industria química?

Soy una persona de dar pocos consejos, pero una cosa que siempre me ha servido es creer en lo que hago, un valor que me permite no quedarme estancada e ir adelante asumiendo nuevos retos. Y es que la curiosidad, es decir tener una mentalidad abierta, el coraje y la capacidad de generar nuevas ideas, son valores clave de Covestro. Y obviamente, tratándose del sector químico, subrayaría la importancia clave de la seguridad para todos y cada uno de los pasos o decisiones a tomar.

¿Cómo ha afectado la Covid-19 y el estado de alarma a Covestro?

Desde el inicio de la crisis, pusimos en marcha protocolos muy activos, anticipándonos a la declaración del estado de alarma. Establecimos un comité de crisis para evaluar la situación y tomar una serie de medidas enfocadas a la protección de los empleados de Covestro y a la continuidad de la producción. Como en todos los sectores, el coronavirus impactó en nuestros resultados pero, como indican los datos preliminares del tercer trimestre, ya observamos una cierta recuperación.

¿Habéis reenfocado parte de vuestra producción en la lucha contra la Covid-19?

Desde el comienzo de la crisis, adoptamos todas las medidas para seguir produciendo ácido clorhídrico y garantizar su suministro, un elemento que se utiliza para el tratamiento e higienización de agua y para la mayoría de productos de desinfección necesarios para evitar la propagación del virus. Adicionalmente, también colaboramos abasteciendo a los centros sanitarios y asistenciales del material necesario para hacer frente al Covid-19. Para ello, hicimos una donación de 30.000 euros a diferentes instituciones sanitarias para la compra de material. De ellos, 10.000 euros fueron destinados al Hospital de Bellvitge de Barcelona, 10.000 euros al Hospital Joan XXIII y otros 10.000 euros al Hospital Sant Pau y Santa Tecla, éstos dos últimos de Tarragona.

Dos centros de producción en Tarragona con más de 300 empleados

Covestro es actualmente la compañía líder mundial en fabricación de polímeros, a partir de los cuales se desarrollan materiales de alto rendimiento y soluciones innovadoras que están presentes en muchos ámbitos de la vida diaria y que mejoran la seguridad y protegen el medio ambiente. Sus soluciones persiguen un claro objetivo: hacer frente a los principales retos de nuestro tiempo en materia de sostenibilidad e innovación.

Actualmente, Covestro cuenta con tres Unidades de Negocio: Poliuretanos (PUR), Policarbonatos (PCS), Recubrimientos, Adhesivos y Especialidades (CAS) y trabaja en sectores como la industria automovilística, la de procesamiento de madera y fabricación de muebles, la construcción y el ramo de la electricidad y la electrónica, seguidos del ámbito del deporte y el tiempo libre, la industria de productos cosméticos, el ramo de la salud y la propia industria química.  Con 30 centros de producción repartidos por 22 países y 17.000 empleados, en 2019, la compañía obtuvo una facturación de 12.400 millones de euros.

Para ofrecer soluciones innovadoras que permitan hacer del mundo un lugar mejor, en 2019 Covestro invirtió 266 millones de euros en Investigación y Desarrollo, y para 2025 tiene el propósito de usar el 80% de los gastos de I+D en proyectos y acciones que estén encaminados a incrementar su contribución a los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible de la ONU.

En España, Covestro cuenta con dos centros de producción y un total de 319 profesionales. En Tarragona se encuentra una planta de producción de MDI, precursor químico necesario para fabricar espumas de poliuretano; un centro logístico para la distribución de ácido clorhídrico; y varias infraestructuras a disposición de otras empresas ubicadas en el mismo parque químico. Asimismo, en la actualidad, está construyendo la primera Planta de cloro del mundo con tecnología ODC, un desarrollo pionero que permite ahorrar un 25% de energía en la producción de cloro respecto al sistema tradicional.