La dependencia de energéticos merma la velocidad de recuperación del Port

J.A.D.
26/11/2020

El Port busca ampliar la diversificación para no depender tanto de los tráficos de energéticos.

A cierre del mes de octubre, el Port de Tarragona sigue manteniendo la séptima posición en el ranking de los puertos del Estado, tras haber movido 21,7 millones de toneladas en los diez primeros meses del año.  Sin embargo, en el acumulado del ejercicio marca un déficit de tráficos del 21,6%, respecto al mismo periodo del año anterior. Y es que la fuerte dependencia en graneles energéticos del enclave tarraconense, entre otras causas, castiga sus volúmenes en circunstancias como las actuales, en las que el consumo de productos derivados del petróleo ha venido vinculado a los efectos de la pandemia del Covid, provocando una disminución histórica.

Esta dependencia de hidrocarburos y químicos se ejemplifica en que el 72% de la actividad del Port en lo que llevamos del 2020 se concentre en estas mercancías, porcentaje que suele ser, con pequeñas diferencias, el habitual en la dársena tarraconense en la media de cada ejercicio. Así, en estos diez primeros meses del 2020, la infraestructura movió 15,6 millones de toneladas en este tipo de productos, incluido el carbón que, aunque en vertiginoso descenso, todavía ha podido apuntarse medio millón de toneladas en el periodo, una disminución del 70% en su caso.

De hecho, los efectos de la concentración en líquidos a granel del Port se traducen también en la comparativa del acumulado con el resto de los principales puertos españoles, en el que Tarragona marca el peor porcentaje con ese 21,6%. Le sigue Barcelona con un 17,6% de déficit; Bilbao, con un 13,9% menos (enclave especialmente afectado por la huelga de estibadores); Huelva con un menos 10,6%; Cartagena que se sitúa con una pérdida del 3,7%; y Valencia y Algeciras, con un 3,4% y 2,7 % en negativo, respectivamente.

Naturalmente, esta dependencia también es la fortaleza del Port, especialmente cuando la demanda crece: muchos enclaves quisieran tener unos tráficos consolidados año atrás año que permiten marcar volúmenes de excepción, y orientan a la APT hacia la búsqueda y refuerzo de otros tráficos que sumen para el enclave. Y señalábamos otras causas que explican el porcentaje de déficit, específicamente centradas en Tarragona. Por un lado, los efectos del temporal Gloria del pasado invierno, el accidente de IQOXE (enero de este año) y la drástica pérdida de los tráficos de carbón, tras el cierre de las térmicas de Endesa en Andorra (Teruel) y Alcúdia (Mallorca), que en un buen año sumaba el 10% de todo el volumen portuario.

Los nuevos frentes abiertos por los responsables de la APT quieren incidir precisamente en el camino de la diversificación: puesta en marcha de la ZAL, puerto seco en Guadalajara, futuro puerto seco agroalimentario en Aragón, apuesta decidida por el tráfico ferroviario de mercancías, construcción de infraestructuras clave (muelle de Balears y el futuro  contradique Els Prats), entre otras acciones, apuntan en esa dirección.