Los resultados económicos del Grupo BASF en el segundo trimestre caen por un descenso del 11% de los volúmenes de ventas

B.Q.
30/07/2020

BASF pudo continuar la producción en todas sus plantas importantes de todo el mundo.

Tal y como se esperaba, las secuelas económicas de la pandemia de COVID-19 tuvieron un impacto mucho mayor en el segundo trimestre de 2020 que en el primer trimestre del año. Los sectores de nuestros clientes se han visto afectados en diferentes medidas: BASF ha sufrido especialmente las consecuencias del desplome de la demanda en la industria de la automoción, mientras que, en el sector de los detergentes y los productos de limpieza, esta se ha mantenido estable.

«La pandemia por coronavirus sigue siendo un reto enorme para todos nosotros», declaró Martin Brudermüller, presidente de la Junta Directiva de BASF, quien fue el encargado de presentar los resultados del segundo trimestre junto con el director financiero (CFO) de la compañía, Hans-Ulrich Engel. Con todo, Martin Brudermüller también ve oportunidades: «Esta situación puede ser un catalizador de cambio y una oportunidad para hacer muchas cosas de otra manera. En BASF, nos hemos adaptado rápidamente a nuevos procesos. Todo el mundo está muy abierto a la comunicación virtual, tanto a nivel interno como con nuestros clientes». En palabras del CEO, en tiempos como estos, BASF es capaz de aprovechar sus múltiples fortalezas: la flexibilidad y motivación de sus colaboradores, la diversificación de su cartera y la solidez de su situación financiera.

Teniendo en cuenta el alto grado de incertidumbre y la opacidad que rodean la evolución económica, BASF todavía no hace previsiones concretas sobre el desarrollo de las ventas y las ganancias para el conjunto del año 2020. Para el tercer trimestre, BASF no prevé que el EBIT antes de extraordinarios mejore de forma significativa en comparación con el segundo trimestre de 2020, en parte por la demanda, que suele ser menor en agosto, y por la estacionalidad que caracteriza al negocio de Soluciones Agrícolas.

Resultados económicos del Grupo BASF en el segundo trimestre de 2020

Durante el segundo trimestre, las ventas disminuyeron en un 12% hasta los 12.700 millones de euros. Esto se explica primordialmente por un descenso del 11% de los volúmenes de ventas. Los precios experimentaron una caída del 1%, principalmente por la caída en la química básica. Esto se vio compensado, si bien solo en parte, por unos precios considerablemente más altos en el segmento de Tecnologías de Superficie y ligeramente más altos en el de Soluciones Agrícolas. Los del segmento de Tecnologías de Superficie se vieron favorecidos por una subida del precio de los metales preciosos en la división de Catalizadores. Los efectos de cartera contribuyeron con un +1% y estuvieron relacionados, principalmente, con la adquisición del negocio de poliamida de Solvay. Los efectos de divisa fueron del -1%. El principal motivo es la devaluación del real brasileño y del peso argentino.

El resultado de explotación (EBIT) antes de extraordinarios se situó en 226 millones de euros, un 77% por debajo de los niveles del segundo trimestre de 2019.

Exceptuando los segmentos de Nutrición & Cuidado y Otros, que experimentaron un aumento de las ganancias, y el de Soluciones Agrícolas, en el que estas se situaron prácticamente al mismo nivel que en el mismo trimestre del ejercicio anterior, en todos los segmentos restantes se observó un descenso de estas. Dicho resultado se explica por la abrupta caída de la demanda en la mayoría de los sectores de los clientes de BASF. Un 70% de la reducción de las ganancias correspondió a los segmentos de Productos Químicos y Materiales. Los extraordinarios del EBIT tuvieron un resultado de -167 millones de euros, frente al de -488 millones de euros correspondiente al segundo trimestre de 2019. En este sentido, cabe señalar gastos especiales registrados de la exclusión del negocio de pigmentos y de «Helping Hands», la campaña de ayuda a la lucha contra el coronavirus de BASF. Durante el segundo trimestre del año anterior, los gastos especiales estaban relacionados en su mayor parte con gastos únicos destinados al programa de excelencia y a la pérdida de valor de una inversión en gas natural en la costa del Golfo de Estados Unidos. De esta manera, durante el segundo trimestre de 2020, el EBIT disminuyó en un 88% hasta los 59 millones de euros.

Por su parte, los ingresos netos registraron un resultado de -878 millones de euros, frente a los casi 6.000 millones de euros del mismo periodo de 2019. En el segundo trimestre de 2020, BASF sufrió la pérdida de valor sin repercusión en el efectivo de su participación en Wintershall Dea. Las previsiones a largo plazo de una caída de los precios del petróleo y el gas, así como los cambios en los cálculos de reservas, provocaron una pérdida de valor de 819 millones de euros. En el segundo trimestre de 2019, los ingresos netos incluían un beneficio contable de 5.700 millones de euros imputable a la desconsolidación de Wintershall.