BASF cierra el primer trimestre con ventas de 23.100 M€, un 19% más

B.Q.
29/04/2022

Las ventas crecieron hasta los 23.100 millones de euros (+19%).

El primer trimestre de 2022 se caracterizó por un incremento significativo de los precios de la energía y las materias primas, así como por los problemas en la cadena de suministro. “No obstante, hemos tenido un gran inicio del año 2022”, señaló Martin Brudermüller, presidente de la Junta Directiva de BASF SE, en la Junta General de Accionistas virtual de este año. BASF ya publicó datos preliminares el 11 de abril de 2022.

Las ventas crecieron en 3.700 millones de euros respecto al primer trimestre de 2021 hasta situarse en 23.100 millones de euros. Este crecimiento de las ventas se vio impulsado principalmente por la subida de los precios, especialmente en los segmentos de Productos Químicos y Materiales. Los efectos positivos de los tipos de cambio en todos los segmentos respaldaron el buen comportamiento de las ventas. Esto se vio contrarrestado por unos volúmenes de ventas totales ligeramente inferiores. El crecimiento de los volúmenes de los segmentos de Soluciones Agrícolas, Soluciones Industriales, Materiales, Nutrición y Cuidado y Productos Químicos no logró compensar completamente el descenso de los volúmenes en el segmento de Tecnologías de Superficie.

El segmento de Soluciones Agrícolas registró un ligero crecimiento del EBIT antes de extraordinarios. El EBIT antes de extraordinarios en el segmento de Tecnologías de Superficie se redujo considerablemente, principalmente como resultado de una demanda notablemente más débil del sector de la automoción.

El EBIT ascendió en 474 millones de euros respecto al primer trimestre de 2021 para situarse en 2.800 millones de euros. Los ingresos netos ascendieron a 1.200 millones de euros, en comparación con 1.700 millones de euros en el mismo trimestre del año anterior. Ello es consecuencia de los cargos por desvalorización reconocidos por Wintershall Dea, que BASF incluyó en los ingresos netos por acciones de manera proporcional (72,7%), como gastos especiales en torno a los 1.100 millones de euros. Estas desvalorizaciones se vieron desencadenadas por la guerra en Ucrania y las consecuencias políticas asociadas, y afectaron, además de al préstamo al operador del gasoducto Nord Stream 2, a los activos en Rusia y al negocio de transporte de gas.