La asamblea general de la AEQT analiza los proyectos y la nueva realidad del sector

B.Q.
17/06/2020

La asamblea general también aprobó el balance de cuentas del ejercicio 2019 y el presupuesto 2020.

La Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT) celebró este lunes su asamblea general ordinaria, que por primera vez tuvo lugar en formato telemático. Como es habitual, la reunión sirvió para dar a conocer a las 32 compañías miembro la tarea llevada a cabo por la asociación desde el último encuentro, que había tenido lugar en noviembre.

De este modo, a lo largo de los informes de la gerencia y de las 8 comisiones de trabajo en que está estructurada la asociación (sociolaboral, seguridad, empresas de servicios, energía, medio ambiente, comunicación, actividades logísticas y portuarias, y territorio), se abordaron cuestiones y proyectos que se han trabajado en el foro de la AEQT.

En estos informes se repasaron cuestiones como la evolución de los índices de seguridad y salud de las empresas de la AEQT y de las empresas de servicios en 2019; las novedades de proyectos vinculados con la sostenibilidad o la economía circular, como la construcción ya iniciada de una nueva planta conjunta de depuración de aguas, o la iniciativa OCS-Zero Pellet Loss para garantizar que no se produzcan vertidos accidentales ni pérdidas de “pellets” (bolitas de plástico) que terminen en el medio, como en arroyos o playas; así como también la situación actual de reivindicaciones históricas e importantes para la industria como las redes cerradas de distribución eléctrica o las infraestructuras del territorio. La asamblea general también aprobó el balance de cuentas del ejercicio 2019 y el presupuesto 2020.

‘Profundos cambios’

En su discurso de bienvenida, el presidente de la AEQT, Rubén Folgado, hizo un repaso de los profundos cambios que han afectado a la realidad del sector desde que en la última reunión de la asamblea, el pasado mes de noviembre de 2019, fue elegido y accedió al cargo: el accidente que sufrió el sector el 14 de enero, primero, y la crisis del coronavirus, después.

Unos retos inesperados, a los que la industria ha tenido que adaptarse con agilidad, y que han reforzado su apuesta y compromiso con la seguridad, con la transparencia, con el diálogo, y en general con la sociedad de su entorno. Asimismo, los últimos acontecimientos han evidenciado el papel esencial de la industria química, tanto por sus productos y suministros de primera necesidad, así como en su rol como motor económico del territorio en un momento de grave crisis. Además, la crisis del COVID-19 ha dado una nueva oportunidad al sector de poner en valor su compromiso con la sociedad y con las personas, a través de diferentes a hospitales, instituciones y entidades.

De modo que los retos con los que se inició el mandato, que se centraban en la elaboración de un nuevo plan estratégico que incorporara en la hoja de ruta de la AEQT ejes como la sostenibilidad o la digitalización, Rubén Folgado explicó que se han añadido ahora nuevos, y muy importantes, a los que está convencido de que la química sabrá dar respuesta y de todo ello resultarán una industria química y un Camp de Tarragona aún más fuertes.